Creo que os he hablado muchas veces de las famosas ampollitas de Germinal.
Desde hace muchos años, en mi casa no faltaban antes de cualquier boda, evento familiar o noche especial. Solía compartirla con mi madre o mi hermana, y era casi un ritual, antes de cualquier ocasión importante.
Años más tarde, después de convertirme en blogger de belleza y probar cientos de productos de belleza instantánea, sigo confiando en ellas para revitalizar la piel y darle un plus de hidratación y tersura cuando tengo la piel cansada y necesito lograr el famoso efecto buena cara de forma rápida.
Yo las aplico siempre en dos veces. Como cunden bastante, aplico la mitad sobre la piel de la cara y espero cinco minutos para que se absorba del todo. A continuación aplico la otra mitad.
Si las habéis probado sabréis que la piel se recupera de inmediato, es asombroso.
Para mi tienen dos ventajas clarísimas:
* La primera es borrar los signos de cansancio de forma rápida
* La segunda es que el maquillaje que te aplicas después, se mantiene intacto durante mucho más tiempo (algo también importantísimo en las ocasiones especiales)
Después de las ampollas de acción inmediata, Germinal amplió la gama con nuevos productos (podéis verlos en su web), pero la verdad es que para mi, como las originales, ninguna.