Hoy en día, tendemos a pensar que cualquier producto o servicio que encontremos en el mercado, está expuesto a grandes y exhaustivos controles de calidad y que todos los riesgos para la salud han sido evaluado y revisados. Así que si algo está en el mercado y es legal, no es peligroso.
Por desgracia, cada vez tenemos más muestras de que no todo lo que se puede conseguir es sano e incluso a veces, se demuestra años más tarde que era perjudicial.
Me ha llamado la atención el caso de las manicuras.
Peligros de las manicuras
Ayer leía un artículo en la revista del Dr. Ricardo Ruiz sobre el riesgo de las infecciones por hongos en las uñas.
El Dr. Ruíz afirma que los dermatólogos cada vez se están encontrando con más casos de infecciones por hongos provocados por motivos como la falta de higiene de los instrumentos que se utilizan para hacer manicuras.
Depende de el lugar donde acudas, los instrumentos pueden no esterilizarse y al compartir su uso con varias personas, las infecciones se transmiten fácilmente.
Para evitarlos, el Dr. Ruiz da consejos fáciles de seguir como:
* Elegir un lugar que de garantías a la hora de hacer la manicura,
* asegurarse de que los instrumentos se esterilizan correctamente,
* no limar en exceso la superficie de las uñas, pues la hace más vulnerable,
* no eliminar la cutícula de la uña
 
Pero además, hay otro tema del que me hablaron hace tiempo y es de los peligros de las lámparas de secado en caso de manicuras  permanentes o uñas de gel.
Lámparas rayos UVA para uñas
Según algunos estudios, como el que se publicó en Archives of Dermatology, las lámparas de rayos UV que se utiliza para el secado de este tipo de manicuras, elevan el riesgo de cáncer de piel.
Publicaciones como las de el Washington Post, se equipara la radiación recibida en las manos, a la recibida en el cuerpo cuando acudimos a las tradicionales cabinas o camas de rayos UVA.
En cuanto a esto, hay quien asegura que se exagera y quien no, pero como siempre, la polémica está servida.
Como en todo, conviene estar informado y, sin alarmarse, tomar la decisión que cada uno considere mejor.