Por fin, estoy de vuelta….

No sé ni por dónde empezar a contaros…

La historia se remonta a hace casi 10 años cuando una sucesión de pequeños sustos combinados con mala suerte, terminaban con un hackeo de este blog y servidora se pasaba una noche en vela (reconozco que incluso lloré) esperando la llamada de un administrador de sistemas para decirme si lo habíamos perdido todo.

Eran más de 4.000 post, pero en aquel momento me di cuenta de que no eran los post, eran las cosas que había dejado de hacer por escribir. Recordaba escribir sentada en el suelo junto a la cuna de los niños, en hospitales, dejar de hacer tantas cosas y tantos momentos… que me parecía imposible perderlo todo.

Sonó el teléfono. Buenas noticias… o al menos, no las peores.

-«La base de datos está dañada. Ha fallado todo pero hemos conseguido recuperar el contenido aunque está casi sujeto con palillos», fueron las palabras que a mi, aquel día, me sonaron a música celestial.

-«Bien», suspiré.

-«Sí. Pero habrá que meterle mano a esa tabla de la base de datos en algún momento, prométeme que sacarás tiempo».

Mientras abría el portátil para (por fin) ponerme  a escribir, prometía hacerlo… pero… pero LA VIDA.

Dos niños, montañas de trabajo, clientes que son tu prioridad, dejar lo mío para el final… nunca sacaba tiempo y nunca lo saqué. Qué os voy a contar.

Así que hace unos meses (no me atrevo ni a pensar cuántos) todo volvió a fallar y esta vez no se trataba de un problema con las imágenes o una desconfiguración sino que ya no me dejaba ni escribir.

Y mientras tanto… la vida.

La vida, el Covid, los dolores de muelas, los niños, las lavadoras, la pesadilla de ser autónomo en este país… y hasta una operación. Si lo pienso bien, no sé si hubiera tenido tiempo de escribir estos meses, jajaja… es broma.

Admití que sola no podía y pedí ayuda. «El beauty» pasó por las manos de varios adminsitradores de sistemas que no pudieron solucionarlo hasta que por fin alguien (creo que desde la India por las horas a las que nos escribía) consiguió que todo volviera a la normalidad.

Pero…¿por qué os cuento esto?

Primero, porque os debo una disculpa y una explicación.

La bloguera rubia que escribía cada día, bajó la intensidad y la frecuencia de los post debido al trabajo y a la pandemia, pero nunca imaginé estar varios meses sin escribir.

Y no era consciente de cuanto lo necesitaba. Bueno, en realidad, sí.

Segundo, para contaros que estoy de vuelta. Pero de vuelta de verdad. Tengo cientos y cientos de productos que recomendaros, de los que hablaros… no he parado de probar, de conocer o investigar… podría estar 48 horas seguidas escribiendo.

Tercero, para agradeceros la paciencia. Estoy feliz y creedme que tengo muchas cosas que contaros así que GRACIAS, GRACIAS, Y MIL GRACIAS POR LA PACIENCIA. 

Gracias a cada una de vosotras, y gracias a las marcas que han seguido apostando por mi (diría que todas) sabiendo que no podía contaros por aquí nada de sus productos (prometo hacerlo a partir de ahora).

Gracias por esperarme y gracias por darme ánimos cada vez que me desesperaba por no poder escribir.

Prometo recompensaros. 

GRACIAS. DE CORAZON ♡