2023. Nuevo año, misma dirección.

Página en blanco y cursor parpadeando… un buen comienzo para las primeras horas de este 2023.

2022 terminó con dos días que podrían resumir el año entero: con un concierto en el WiZink (en este caso Hombres G) y corriendo los 10k de la San Silvestre Vallecana.

San Silvestre Vallecana 2022 - Susana Garcia

El año que dejamos atrás ha sido bonito. Duro, pero bonito.

Me ha dado tanto que sería una falta de respeto reprocharle algo y sobre todo porque no ha faltado nadie y eso, con los años, sabes que es lo más importante.

Hace 365 días estaba en cama, con el dichoso virus en su peor versión y fueron unas navidades distintas pero no tengo mal recuerdo, aprendimos mucho.

Y así ha sido el año: una sucesión de montañas por escalar, de mala suerte, de noticias un poco durillas pero que he transformado en una armadura y que, después de años intentádolo, me han hecho crecer a nivel personal y profesional.

Miro atrás con satisfacción del camino recorrido, de haber sabido encajar golpes y giros de guión, pero asumiendo que la vida es esto. Hoy leo muchos mensajes en redes sociales hablando de que este año sea bueno, que sea mejor… creo que en realidad el truco está en asumir (y por desgracia eso solo te lo da la edad) que la vida es un videojuego y hay pantallas fáciles pero también difíciles. Que vendrán días buenos y malos.

Así que en vez de pedir un camino fácil, mejor pedirle fuerza para afrontar lo que venga.

Os decía que los últimos dos días han resumido mi año entero porque en 2022 he hecho  de la música en directo mis alas, mi red y mi vida. Pero también esa San Silvestre, para la que no estaba preparada significaba mucho para mi.

Los dos último meses fui dando pequeños pasos, corrí alguna carrera facilita pero sobre todo, recuperé las ganas. Las ganas que no imaginaba perder y que no imaginé que me costara tanto recuperar.

La falta de tiempo, el trabajo, encargarme de Rita y todas las dificultades me hicieron tirar la toalla. Bueno en realidad, la toalla nunca la tiré. Siempre dije que llegaría el momento de volver… y a finales de año, gracias a la insistencia de mi hija, volvieron.

Así que decidí terminar el año con la San Silvestre Vallecana, la carrera más bonita del mundo y a la que no he faltado excepto los dos años que el famoso virus lo impidió.

 

Era una promesa hecha a mi misma, un reto y un símbolo de que todo empezaba de cero. Ahora queda mucho trabajo y casi casi partir de cero, pero ya lo hice por primera vez a mis 43 y lo repetiré a los 49.

Con cuidado, protegiendo la salud, día a día y con el plan de mi entrenador que es el que sabe.

Me queda retomar el blog con fuerza y continuidad y sé que lo lograré también.

Empiezo el año con ganas, sabiendo que vienen días de muchísimo trabajo, días duros y que llego muy cansada al 2023, pero también que va a ser un gran año. En realidad, nuevo año pero misma dirección.

Vamos allá.

 

Os deseo lo mejor.