Empezaré diciendo que yo soy muy feliz con mi secador.
Los secadores no eran un producto al que yo le pidiera demasiado hasta que probé mi ghd Air y creedme que hasta viajo con él (y yo jamás había metido un secador en la maleta).
Lo que más me gusta, además de un cable larguísimo que te permite moverte sin problemas mientras te secas el pelo (esta última frase solo la entenderéis los que tengáis hijos) es que focaliza el calor en un chorro central y me da la impresión de que estropea menos el pelo y lo peina mejor y en menos tiempo.
Pero admito que este nuevo secador Supersonic de Dyson, del que hablan ya maravillas en muchos blogs, me apetece y mucho.
El diseño es algo raro, y hay un hueco a través del cual puedes ver, por lo que el motor está dentro del mango.
Leo que han hecho falta 4 años, 103 ingenieros y 600 prototipos distintos para diseñarlo y que su rapidez para secar el pelo se debe a que el aire entra en el motor y se multiplica por tres la velocidad a la que sale.
Pesa solo 560 gr. y tiene 1.600 vatios de potencia con lo que parece que además de ligero es potente.
No sé que más se le puede pedir a un secador… ah, sí… que no tenga un precio tan elevado (399 euros).
