Hay un vídeo que cada verano me llena de energía y que comparto en este blog, porque creo que resume de forma asombrosa mi manera de entender la vida.
Son consejos para ser feliz. Consejos que cinco años después de verlo por primera vez, siguen retumbando en mi cabeza muchas veces y que me esfuerzo en seguir al pie de la letra.
El primer consejos habla de protección solar, pero el resto habla de la vida, de seguir fiel a tus orígenes, de no castigarte a ti mismo, … Si aún no lo habéis visto, os lo dejo aquí (debajo lo tenéis en texto, aunque con la música es más motivador aún):
Si pudiera ofreceros un sólo un consejo para el futuro, sería este: protección solar.
Los científicos han comprobado los beneficios a largo plazo de utilizar protección solar.
El resto de consejos que os voy a dar solo se basan en mi experiencia.
Disfruta de la fuerza y belleza de tu juventud.
Mejor no lo hagas. No vas a entender el poder y la belleza de tu juventud hasta que se haya ido.
Pero creéme, dentro de 20 años, cuando estés mirando tus fotos verás cuántas posibilidades tenías ante ti y lo guapo que eras en realidad. No estás tan gordo como te imaginas.
No te preocupes del futuro. O preocúpate, pero sabiéndo que preocuparse es tan efectivo como tratar de resolver una ecuación de álgebra masticando chicle.
Los problemas más serios de tu vida serán cosas que ni se te pasaron por la cabeza, de esas que te sorprenden un martes cualquiera a las 4 de la tarde.
Todos los días haz algo que te de miedo.
Canta.
No juegues con los corazones de otras personas. Y no permitas que la gente juegue con el tuyo.
Relájate.
No pierdas tu tiempo siendo celoso.
Unas veces se gana y otras se pierde.
La carrera es larga y, al final, sólo compites contra ti mismo.
Recuerda los elogios que recibas. Olvida los insultos. Si consigues hacerlo, dime cómo.
Conserva las cartas de amor. Tira los recibos viejos del banco.
Estírate.
No te sientas culpable si no sabes lo que quieres hacer con tu vida.
Las personas más interesantes que conozco no sabían qué hacer con sus vidas a los 22. Algunas de las personas más interesantes que conozco tampoco lo saben a los 40.
Toma mucho calcio.
Trata bien tus rodillas. Las echarás de menos cuando te fallen.
Tal vez te cases, tal vez no.
Tal vez tendrás hijos, tal vez no.
Tal vez te divorcies a los 40. Tal vez bailes rock en tu 75 aniversario de boda.
Hagas lo que hagas, no te enorgullezcas demasiado, y tampoco te castigues.
Siempre has optado por una u otra opción, como el resto del mundo.
Disfrute de su cuerpo. Úsalo de todas las maneras que puedas. No tenga miedo ni te preocupes de lo que piensan los demás. Es el mejor instrumento que jamás tendrás.
Baila, incluso si lo tienes que hacer en el salón de tu casa.
Lee las instrucciones, aunque no las sigas.
No leas revistas de belleza. Sólo te harán sentir feo.
Pasa tiempo con tus padres. Nunca se sabes cuando dejarán de estar.
Sé bueno con tus hermanos. Son el mejor vínculo con tu pasado y las personas con más probabilidades de seguir contigo en el futuro.
Entiende que los amigos vienen y van, pero que hay algunos elegidos que debes conservar.
Esfuérzate en no desvincularte de algunos lugares y costumbres, porque cuanto más viejo te hagas, más necesitarás a las personas que conociste.
Vive en la ciudad de Nueva York una vez, pero vete antes de que te hagas duro.
Vivir en el norte de California una vez, pero vete antes de que te ablande.
Viaja.
Acepta algunas verdades eternas: Los precios subirán. Los políticos siempre mentirán. Tú también vas a envejecer. Y cuando esto suceda, vas a fantasear con cuando eras joven, los precios eran razonables, los políticos eran nobles y los niños respetaban a los mayores.
Respeta a tus mayores.
No esperes que nadie te apoye.
Tal vez heredes. Tal vez te cases con un millonario. Pero nunca sabrás cuando alguno se irá.
No hagas demasiadas cosas en el pelo o aparentarás 85 cuando solo tengas 40.
Tenga cuidado con los consejos que tomas, pero sé más paciente con las personas que te lo dan.
Los consejos son una forma de nostalgia.
Ofrecerlos es una manera de rescatar el pasado del olvido.
Límpialo, oculta las partes feas y reíclalo dándole más valor del que tiene.
Pero hazme caso en lo del protector solar.