Pobre Victoria.
Sí, sí, lo digo en serio, así que no busquéis en mis palabras ni un ápice de ironía.
Lo afirmo y lo repito: pobre Victoria.
Y es que no debe ser nada fácil que te toque ser Victoria Beckham en esta vida.
Me diréis que no tengo razón…
Una cosa es estar casada con unos de los hombres más guapos que podemos ver a través del televisor (con permiso de mi querido Brad Pitt, y de Bono el cantante de U2, mis amores platónicos por excelencia…).
Otra es que sientas la necesidad (ocasionada tal vez por algúna disfunción cerebral) de subirte a los tacones más altos del planeta y hacer posturas imposibles mientras pones morritos a cualquier fotógrafo.
No sé si lo habéis intentado, pero no es fácil.
Pero además, no conseguir que la prensa te quiera es muy duro.
Que ni tan siquiera despiertes lástima al conocerse las vigésimo cuarta relación esporádica y extra-matrimonial de tu marido.
Que ni siquiera las adolescentes confundidas por lo que ven a diario en la tele, quieran ser como tú.
Lo que yo os digo, ser Victoria Beckham es muy complicado.
Porque digo yo, que ni tan siquiera despierta entre las madres la ternura de la que ha traído un nuevo niño al mundo.
Pobrecita Victoria.
Pero es que además de todo lo anterior, la pobre tiene un nuevo problema: a Vicky le han salido estrías.
Si. habéis oído bien. Y no debe ser una estría normal. A lo mejor son incluso dos estrías.
Pero deben ser profundísimas porque la ex spice, ha comprado ocho cajas con 50 botellas de Rodial´s Stretch MX, (una crema antiestrías buenísima) por un importe de 2.950 libras (unos 5.000 dólares).
Cómo se recomienda utilizarlo diariamente durante 8 semanas, nuestra spice girl favorita va a gastar (por lo visto) una botella al día… Madre mía, eso son estrías y no lo que tenemos el resto de las mortales.
Lo que yo os digo, podéis creerme, ser Victoria Beckham en esta vida, debe ser muy duro.