Es inevitable no pensar estos días en nuevos propósitos.
La llegada de un nuevo año que se presenta ante nosotros como un libro en blanco que apetece comenzar a escribir, y los estragos que las fiestas han dejado en nuestro cuerpo, con esa especie de «amnistía calórica» en la que parece que vivimos inmersos desde que probamos el primer trozo de turrón, invitan a ponerse manos a la obra y a empezar a cuidarse…
Y yo, cada año me enfrento al mismo dilema: ponerme objetivos demasiado altos por aquello de que «si me quedo a mitad de camino, algo habré logrado», o ser más realista y exigirme sólo lo que voy a ser capaz de cumplir.
La verdad es que el año 2016 me propuse una serie de objetivos (perdón, que en esta época del año, se llaman «propósitos») y puedo presumir de haber cumplido casi todos. Además de muchos retos personales, me dije a mi misma que tenía que volver a mirarme al espejo, volver a ocuparme y preocuparme de mí misma y por ejemplo, perder peso y empezar a hacer deporte y empiezo 2017 con 15 kilos menos y habiendo corrido los 10 kilómetros de la San Silvestre Vallecana por las calles de Madrid… y sin demasiado esfuerzo.
Así que creo que haré lo mismo: proponerme retos grandes, pero ser indulgente y flexible conmigo misma y no sentirme mal si no lo logro.
Estoy preparando un post con mis nuevos retos y propósitos personales, así que hoy nos vamos a centrar en los que afectan al mundo beauty que a veces (solo a veces) también son importantes.
Adelgazar. No conozco a nadie que estos días no haya pronunciado esta palabra más de una docena de veces.
Sí. Un año más se nos ha ido de las manos y no os quiero ni contar, a mi, que se me juntan las navidades con mi cumpleaños.
Hay que perder esos kilos de más que hemos cogido, per la buena noticia es que los kilos que vienen rápido, se van rápido, así que no hagamos locuras.
– Intentad beber mucha agua. Ello ayudará a limpiar poco a poco el organismo y a «engañar» un poco el hambre.
– A mi me ayuda un complemento alimenticio llamado Garcinia Cambogia que, además de ayudar a no acumular las grasas, reduce el apetito, pero hay otros.
– Abusad de la fruta, de los snacks saludables, como las verduras crudas. No dejeís de tomaros vuestra tostada pero poned aguacate o aceite de oliva en vez de mantequilla.
– Otra cosa importante es intentar mantenerse activo. Por suerte o por desgracia, la cuesta de enero suele venir acompañada de mucho trabajo y cosas por hacer, así que es fácil mantenerse activo.
Si lo tuyo no hay sido el gimnasio hasta ahora, no te engañes, no lo va a ser fácilmente en 2017.
Sal a caminar. Intenta empezar poco a poco.
Es mejor caminar 3 meses que correr o machacarte en el gimnasio 2 días. Ya habrá tiempo, y además, dentro de un mes habrá mucha menos gente 😉
– Intenta cenar ligero. No se trata de no cenar o hacerlo mal. Se trata de pensar y planificar las cenas. De hacerlas ligeras.
– Sáltate la dieta. Sí. Como lo lees.
De vez en cuando, tomarte una hamburguesa (con la mitad de patatas) y disfrutar de ella, te mantiene con fuerza de voluntad los días siguientes. Sáltate la dieta con cabeza, pensando bien y tratando de no tirar por la borda lo que has conseguido (tampoco se trata de ponerte morada, solo de darte un capricho).
Pero no olvidemos que además de volver a entrar en tus vaqueros favoritos, hay que cuidarse más.
– Reserva un día. Márcate como objetivo dedicar un día a la semana, un ratito a tu pelo.
Mímalo con mascarillas, aceites, nútrelo. Puede ser dentro de la ducha, no necesitas reservarle demasiado tiempo, pero propóntelo.
– Respecto a la piel, además de desmaquillarla a diario, intenta hacer por semana una limpieza más profunda.
Puede ser la famosa «doble limpieza» o simplemente dedicarle algo más de tiempo a exfoliarla o mimarla una vez por semana.
Y sobre todo, respira. No te lo pongas demasiado difícil.
No importa conseguir los propósitos en enero o en noviembre. Piensa que lo más difícil es empezar y que esta vez lo vas a lograr. Pero poco a poco. Esa es la clave y lo que a mi me ha funcionado mejor.
