Aceite de árnica, antes y después del deporte

Hace meses os hablé del gel de ducha de árnica de Weleda y cómo me había ayudado utilizarlo después de correr.
También os conté entonces, que estaba deseando probar a «su hermano mayor» el aceite de árnica de la misma marca.
Después de meses utilizándolo, ayer hablando con una amiga me di cuenta de que no os había hablado de él así que, más vale tarde que nunca, aquí tenéis mi opinión.
Aceite de árnica de Weleda
Tengo que reconocer que durante algunas semanas me limité (por desconocimiento) a utilizarlo sólo después de salir a correr.
La aplicación era (y es… porque lo sigo utilizando) una delicia. No solo ayuda a relajar los músculos de las piernas después de estirarlos sino que ayuda a darte un masaje con cierto efecto calor, que ayuda a ralentizar el enfriamiento de los músculos.
Yo suelo utilizarlo después de la ducha, porque no hace falta aclararlo, se absorbe más o menos rápido y así dejo que actúe durante la noche y la verdad es que yo noto cierto alivio inmediato.
Lo podéis utilizar sobre la piel seca o húmeda (yo prefiero seca, pero eso, ya lo sabéis, va en gustos).
El árnica se ha utilizado durante siglos para calmar o descontracturar los músculos y curar los hematomas (nunca heridas abiertas), e incluso para reducir inflamaciones y al final, por mucho que nos gusten las novedades consméticas con nombres raro, como los remedios de toda la vida, no hay nada..
Running - Belleza
Pero semanas después, descubrí que podía tener ciertos beneficios también al aplicarlo antes del deporte.
Aplicarlo en las piernas antes de salir a correr, por ejemplo, ayuda a reducir el riesgo de contracturas.
Ese efecto «calor» que tiene masajear las piernas con él, ayuda a calentar la musculatura y la prepara para el esfuerzo que va a sufrir.
Se vende en farmacias y el precio, ronda los 12 ó 13 euros (a mi, con lo que cunde, me parece una buena inversión).
 
 
 
 
 
 
Foto: Running