PRIMER DÍA DETOX
Estaba deseando empezar así que en cuanto me levanté, me fui a por el primer zumo y ni siquiera me acordé del café.
Zanahoria, naranja, limón, néctar de agave, agua y jengibre. Delicioso. Me parece un sabor riquísimo para el desayuno y empezar el día con energía.
Lo fui tomando poco a poco deseando que llegara la hora del número 2, mi favorito.
El segundo (piña, manzana, lima y menta) no es que esté rico, es que lo compraría por litros. Está riquísimo. Además las propiedades de la piña y de la manzana son geniales para la operación bikini… Lo malo es que este nunca me lo tomo entero porque siempre aparece alguien de la familia pidiéndome que les de un poquito, y no me extraña…
A la hora de comer, llegaba el famoso zumo verde (manzana, piña, repollo, lechuga, pepino, espinacas, apio, lima y menta). Este zumo me gustó bastante la primera vez que hice el detox.
En otras ocasiones no me gustó tanto, y ahora me vuelve a parecer rico. Creo que me he acostumbrado a hacerme mis propios batidos verdes y tengo el paladar habituado.
El cuarto zumo también tiene mucho éxito: frambuesa, mora, fresa, plátano, naranja, rábano, néctar de agave y agua. Un cóctel de frutos rojos absolutamente delicioso.
Después llegaba el quinto, el favorito de muchas de mis amigas (limón, menta, agua, néctar de agave, cayena y pepino). Revitalizante y con el calor que hacía, casi me lo bebo de un trago.
De momento ni hambre, ni necesidad de masticar, ni nada.
El último zumo del día lo han cambiado durante el verano. El que yo había tomado siempre era de leche de almendras y canela, una delicia para las que nos gusta el dulce… Ahora en verano lleva almendra, frambuesa, naranja, plátano y agua mineral. También muy rico, se parece al número 4 un poco y en verano apetece mucho (pero confieso que la receta del zumo de invierno me gusta todavía más).