Vacaciones en Saint Tropez

Hace unos meses os conté que iba a pasar por el Lab Room para hacerme con el famosísimo autobronceador de las celebrities y así lo hice.
Prometía tantas cosas y le precedía tanta fama, que una loca por los autobronceadores como yo, no podía esperar a tenerlo.
Primero repasemos las promesas:
1.-La gama de autobronceadores St. Tropez asegura no tener ese olor tan característico y desagradable de los autobronceadores (cosa que han prometido muchas marcas y, creedme, ninguna lo había conseguido).
2.-También aseguraba no dejar la piel anaranjada, cosa que yo había conseguido únicamente con los autobronceadores graduales, aunque a cambio lo que obtenía era un bronceado casi imperceptible.
Pues bien, estas dos promesas se cumplen al 100%: no tiene ese olor a autobronceador, y no deja la piel anaranjada. Increíble pero cierto.

sttropez
Yo he probado el autobronceador instantáneo en textura mousse para el cuerpo y el «Everyday Gradual Face», para todos los días.
En cuanto a «Everyday Gradual Face» la experiencia ha sido buena.
Deja un ligero color en la cara que, sin ser anaranjado como promete, da el deseado aspecto de «buena cara».
Lo que aporta respecto a otros productos similares que he probado (y han sido muchos) es el olor, el tono, y la textura agradable y cremosa. Además aporta vitamina E y antioxidantes.
El precio es más elevado que otros y no sé si la diferencia compensa. A mi sí, desde luego, pero si no sois demasiado exigentes, podéis optar por otras marcas más baratas de autobronceadores graduales.
Y repito, en mi caso, el tema del «olor a autobronceador» es casi una obsesión, así que no lo cambio por ningún otro.
En cuanto a Self Tan Bronzing Mousse, que es como se llama el mousse corporal, no tengo dudas.
Comparte las ventajas con el anterior y, aunque la textura mousse es algo difícil de aplicar al principio, el resultado es espectacular.
Para empezar es ultra rápido: en 60 segundos se seca (y de verdad!!) por lo que a mi me preocupaba un poco que me quedara color en las manos. En la web de St. Tropez recomiendan extenderlo con guantes, lo que es un poco complicado.
También confieso que intenté aplicarlo varias veces en la cara y el resultado ha sido un poco desastroso: la textura no me ha resultado fácil de aplicar en la cara. Es para el cuerpo, no hay duda.
Al margen de mis experimentos, deja un color que puede parecer exagerado pero que al ducharte a las 3 horas o al día siguiente desaparece dejando un tono precioso.
Así que mientras presumo de tono dorado, como si realmente viniera de pasar la Semana Santa en St. Tropez, solo pienso en probar otros productos de esta gama.
Ayyyy….¿Mañana abrirá el Lab Room?

Susana